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miércoles, 1 de julio de 2015

ARCILLA BLANCA EL GRAN BACTERIZIDA

 

La arcilla en contra de lo que pudiera parecer, actúa como uno de los más poderosos y perfectos desinfectantes (o bactericidas) que se conocen, ya que en lugar de actuar como los fármacos que ejercen su acción bactericida indiscriminadamente, la arcilla, húmeda actúa inhibiendo el desarrollo de los gérmenes patógenos y favoreciendo la regeneración celular, es decir actúa de una forma selectiva, por lo que permite curar, con asombrosa rapidez, ciertas llagas y úlceras, aplicada de forma de emplasto o cataplasma sobre ellas.


Cicratizante
Posee además un gran poder cicatrizante de la piel, la cual se cura sin dejar apenas señal, lo que se atribuye a su contenido en silicato de aluminio.
Poder de absorción
Debido a su porosidad posee un gran poder de absorción, lo que le permite absorber gran cantidad de calor, atrayendo hacia sí las toxinas acumuladas balo la piel, logrando de esta forma que sean expulsadas.
Estimulante de la función cutánea
Actúa también como estimulante de la función cutánea, hasta el punto de que no solo depura y sana la piel, sino que incluso favorece la fijación y destrucción del ácido úrico acumulado en el organismo y su eliminación a través de ella; de ahí los espectaculares efectos de los emplastos de arcilla.
Analgésica y desinflamatoria
Actúa así mismo como calmante de las zonas doloridas, y es especialmente útil en las inflamaciones cutáneas superficiales (golpes, picaduras de insectos, quemaduras, etc.) en las que actúa como refrescante, desinflamatoria, perdiéndose sus efectos a medida que se calienta.



Vía oral. Utilizar una cucharada de arcilla en medio vaso de agua sin hervir. Procurar no sobrepasar esta dosis diaria, sobre todo en los hipertensos, ya que puede ayudar a aumentar la presión sanguínea. En caso de infecciones y úlceras intestinales puede y debe duplicarse la dosis. Tomarla en ayunas o antes de las comidas. El tratamiento suele hacer durante un mes, tomándola tres semanas seguidas y descansando la cuarta.
Vía anal. En forma de de enemas o lavativas intestinales.

 En un litro y medio de agua se puede añadir hasta 4 cucharadas de arcilla. 

Contraindicaciones de la arcilla
Evitar tomarlas en caso de oclusión intestinal, en peligro de estrangulamiento de hernia. Si dos semanas antes de empezar a tomarla hemos tomado algún producto que contuviera aceite de parafina, puede endurecer la arcilla, o bien si estamos tomando algún medicamento farmacéutico. Como norma general, no tomarla junto con cualquier tipo de aceite comestible; es decir separar la toma de arcilla y aceites a horas distintas. 

Indicaciones para el uso interno de la arcilla:

1)    Por sus propiedades antimicrobianas y antiparasitarias, ayuda a resolver las enteritis, amebiasis, y oxiuriasis, así como otras enfermedades infecciosas y parasitarias.
2)    Está indicada en las irritaciones y úlceras gástricas, e incluso en los tumores del aparato digestivo, pues elimina células destruidas y fomenta su reconstrucción.
3)    Regula las evacuaciones, resolviendo los casos de estreñimiento por atonía intestinal.
4)    Depurativo de la sangre, a la que limpia de impurezas, resolviendo casos de gota y otras enfermedades metabólicas, cura furúnculos, y otras erupciones externas consecuencia de un estado de toxemia.
5)    Soluciona casos de anemias por carencias de minerales, aportando catalizadores que permiten la asimilación y fijación de los mismos.
6)    Regula el metabolismo, y tonifica y reactiva las funciones de los órganos disminuidos.
7)    Asociada con el zumo de limón es un poderoso antídoto contra los envenenamientos.


USO EXTERNO DE LA ARCILLA O BARRO
Puede prepararse con ella una cataplasma más o menos fluida (a voluntad según la aplicación que se destine) amasando una buena cantidad de arcilla en agua sin hervir, o bien en infusiones o maceraciones de plantas medicinales adecuadas u otras sustancias o alimentos. Para más indicaciones en uso externo mezcladas con otras sustancias o alimentos pinche aquí.
Colocar la cataplasma directamente sobre la piel, sujetándola con un paño seco o venda.
La temperatura de la arcilla, en el momento de aplicarla, deberá ser fría cuando necesitemos frescor sobre zonas inflamadas o calientes, y deberá retirarse antes de que se caliente demasiado o esté seca. En cambio, en casos de querer tonificar un órgano débil, deberá estar caliente y renovarla antes de que se enfríe (calentarla a baño maría, pues con el calor se pierden sus virtudes).

Indicaciones para su uso externo:

1)    Para abscesos, furúnculo, ántrax o panadizos, aplicar cataplasmas frías muy gruesas
2)    Para llagas, úlceras e incluso tumores superficiales actuar igual que antes.
3)    Para ayudar a disolver tumores benignos, con lo que se evitan muchas intervenciones quirúrgicas.
4)    En las quemaduras: la cataplasma de arcilla resuelve y las cura sin dejar casi cicatriz (cataplasmas frías sobre una gasa, y renovarla cada hora).
5)    En las picaduras de insectos: la cataplasma fría actúa como absorbente de las toxinas, refresca y desinfecta la zona dañada.
6)    En las fracturas de huesos, después de reducida, fijada y estabilizada, es mejor enyesar con arcilla que con escayola, pues la escayola solo inmoviliza el miembro y en cambio la arcilla actúa activamente a través de sus radiaciones vitalizantes y sus propiedades absorbentes sobre la unión y soldado de los huesos.