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lunes, 28 de julio de 2014

CLORURO DE MAGNESIO ,ESENCIAL PARA LA SALUD


 

 

 
Aunque la presencia del magnesio en el organismo sea mucho menos importante que el calcio y el fósforo (apenas 30 gramos en un adulto medio), sus funciones son tan o más primordiales.
El magnesio resulta clave para :
  • la correcta transmisión de los impulsos nerviosos
  •  el trabajo de los músculos (en especial el músculo cardíaco)
  •  la permeabilidad celular
  •  la producción de más de 300 enzimas
  •  la replicación del ADN 
  •  la neutralización de la excitación celular que provocan las hormonas del estrés.
  •  Del magnesio depende el metabolismo de los macronutrientes (grasas, azúcares y proteínas)
  •  el buen funcionamiento de las células hepáticas.

El 60% del magnesio corporal se halla en los huesos, desde donde puede liberarse en caso de necesidad. Cuando nos vemos sujetos a situaciones estresantes, el organismo acude a sus reservas de magnesio (depositadas en la estructura ósea), transportándolas al flujo sanguíneo. Luego de cumplir su función, calmando la excitación celular, el mineral es excretado del cuerpo. Sin dudas este drenaje se ve magnificado por la prolongada y cotidiana exposición al estrés.
 
 
 
En condiciones normales podemos reponer la pérdida de magnesio con una dieta basada en alimentos integrales, pero  nos encontramos con serias carencias en los alimentos producidos industrialmente y luego refinados.
 Todo comienza con su ausencia en los suelos, por agotamiento y por ser uno de los minerales inhibidos por la fertilización química a base de nitrógeno. Hemos visto que de suelos empobrecidos surgen plantas y semillas proporcionalmente carentes.
 A esta pérdida debemos agregar la que generan los procesos de refinación.
Se lo retira del trigo, al eliminar el germen y el salvado para dar lugar a la harina blanca. También se lo elimina en la sal, para evitar la formación de terrones, dada su “molesta” capacidad de absorber humedad. Por la misma razón es descartado en la refinación del azúcar blanco.


La carencia de magnesio en el organismo (muy común en nuestra sociedad) genera:
  •  trastornos nerviosos
  •  dificultades de concentración
  •  palpitaciones
  • problemas de evacuación
  •  debilidad muscular, ósea y cartilaginosa
  •  insuficiencias renal y hepática.
Por cierto que es recomendable reponer su carencia,  a través del consumo de alimentos bien dotados (germen de trigo, semillas, sal marina integral, azúcar moreno,panela, semillas, algas, etc), evitando aquellos refinados (harina blanca, azúcar blanca, sal refinada, etc.). Pero cuando estamos en presencia de una carencia crónica , podemos echar mano temporalmente a un recurso sencillo, económico y efectivo: el cloruro de magnesio (el mismo que se descarta en la refinación de la sal de mesa). No olvidemos que las formas alimentarias del magnesio son siempre preferibles a las sales, aunque siempre “algo es mejor que nada”.

 Para conocer detalles del empleo del cloruro de magnesio, recurrimos al texto del padre Chor, gran difusor de su utilización terapéutica.
Modo de prepararlo: Disolver en una jarra de vidrio 30 gramos de cloruro de magnesio, en un litro de agua hervida, fría. Mezclar bien con cuchara de madera. No utilizar elementos plásticos ni metálicos. Es importante que el cloruro de magnesio lo adquiera en grado farmacéutico o herboristerias, con alguna marca que certifique su calidad y nunca en una bolsa común y sin nombre, por los riesgos que esto representa. Se conserva sin cuidados especiales en una botella de vidrio.
Dosis recomendada: una copita de licor, teniendo en cuenta la edad y los padecimientos:
De los 40 a los 55 años: Media dosis
De los 56 a los 70 años: Una dosis por la mañana
De los 71 en adelante: Una dosis por la mañana y otra por la noche.
Importante: Para las personas que viven en la ciudad, con alimentación de baja calidad, con productos enlatados y abundantes en químicos, deben consumir un poco más (dosis doble); para las personas del campo la dosis es menor.
Importancia del cloruro de magnesio: El magnesio produce:
 
  •  equilibrio mineral
  •  reanima los órganos de las funciones vitales (glándulas)
  •  activa los riñones para eliminar el ácido úrico
  •  en la artritis, descalcifica la membrana de las articulaciones; ataca la esclerosis calcificada
  • evita infartos
  •  purificando la sangre
  •  vitaliza el cerebro
  •  devuelve y conserva la juventud hasta avanzada edad.
El magnesio es de todos los minerales, el más indispensable, especialmente después de los 40 años, cuando el organismo comienza a absorber cada vez menos magnesio de la alimentación, provocando, vejez y enfermedades. Por eso debe ser tomado de acuerdo a la edad.
El magnesio no crea hábito. Una persona no conseguirá escapar de todos los males simplemente por tomar magnesio, pero al consumirlo hará que todo sea más saludable.
El magnesio no es un remedio, es un alimento sin ninguna contraindicación y compatible con cualquier medicamento en simultáneo. Tomarlo para una enfermedad determinada, equivale a reordenar todo el organismo, consiguiendo, de ésta forma, una cura integral.
Principales aplicaciones:
  • Nutre
  •  disminuye el agotamiento intelectual
  •  elastiza las arterias
  •  cura la artrosis
  • elimina la atrofia muscular
  •  remedia el desequilibrio mineral
  •  modera los desórdenes digestivos e intestinales
  •  alivia la fatiga
  • previene problemas de próstata
  •  es laxante y tonificante.

Indicaciones:
  • problemas de  Columna 
  •  nervio ciatico        
  •  calcificación
  •  sordera por calcificación
 Dosis: tres dosis (mañana, tarde, noche). Una vez obtenida la cura, abandonar su toma para evitar, en forma preventiva, el retorno de la enfermedad.

Artritis: El ácido úrico se deposita en las articulaciones del cuerpo, especialmente en los dedos, que se hinchan; esto es porque los riñones están fallando por falta de magnesio (revisar los riñones, por si acaso existen problemas mayores). Dosis: una dosis por la mañana; si en 20 días no siente mejoría, entonces tome una dosis por la mañana y otra por la noche. Después de curado, continuar con la dosis preventiva (una dosis por la mañana).
Próstata: Un anciano ya no conseguía orinar; en la víspera de la operación le dieron 3 copitas e inmediatamente comenzó la mejoría; después de una semana estaba totalmente curado sin necesidad de cirugía. Hay casos en que la próstata vuelve a su total normalidad. Dosis: dos copitas por la mañana, dos por la tarde y dos por la noche. Al conseguir mejoría, tomar sólo la dosis preventiva.
Achaques de la vejez: Rigidez, calambres, temblores, arterias duras, pérdida de memoria y falta de actividad mental. Dosis: una dosis por la mañana, una por la tarde y otra por la noche
Cáncer: Todos tenemos cáncer en grado moderado; consiste en algunas células malformadas por causa de algunas sustancias o por presencia de partículas tóxicas. Estas células no son compatibles con las células sanas. El magnesio consigue combatir las células cancerosas, vitalizando las células sanas. Cuando el cáncer comienza a extenderse lentamente, no causa dolor que nos ponga alerta, hasta que aparece el tumor. Cuando la enfermedad está muy avanzada, el magnesio apenas puede frenar un poco el avance del cáncer, pero ya no curar. El magnesio es un eficaz preventivo contra el cáncer de las mamas y de la matriz, así como en la próstata.
Artículo del Padre J. Chor, Profesor de Física, Química y Biología.

domingo, 20 de julio de 2014

ENFERMEDAD,CRISIS CURATIVA





 la enfermedad no es otra cosa que un esfuerzo del organismo por evacuar el exceso de sustancias tóxicas y volver a la normalidad. Siendo de vital importancia la limpieza de los fluidos internos, el organismo apunta toda su energía (energía vital) hacia dicho objetivo.

Un cuerpo sano pone en marcha gran cantidad de mecanismos depurativos cuando cualquier cuerpo extraño o perjudicial logra introducirse en los tejidos internos: vómitos,estornudos, tos, diarreas, inflamaciones, etc. 


Mientras el nivel de tóxicos permanece dentro de la capacidad depurativa de intestinos, hígado, riñones, pulmones y piel, todo funciona dentro de la normalidad que conocemos como estado de salud.

 Cuando alguno de estos órganos recibe caudales de toxemia que exceden su capacidad, existe un natural mecanismo de eliminacion  destinado a superar la crisis tóxica. 
comenzaremos a TENER  síntomas y molestias. Ejemplo: hipersecreción salival, vómitos y diarreas a nivel digestivo; hipersecreción biliar a nivel hepático; orina espesa, ácida y ardiente a nivel renal; sudoración, supuración, granos, acné y eccemas a nivel cutáneo; expulsión de flema por bronquios y fosas nasales a nivel respiratorio…
Otras vías secundarias se utilizan también para expulsar exceso de toxinas: glándulas salivares, útero, amígdalas, glándulas lacrimales. Si la situación se agrava, el organismo recurre a la “creación” de emuntorios artificiales: hemorroides, fístulas, úlceras, etc.
Por supuesto que cada persona reaccionará en forma diferente a estas crisis depurativas, localizando los trastornos superficiales de acuerdo a sus debilidades orgánicas.

 Los primeros órganos en notarse esta crisis curativa son, generalmente, los más frágiles por herencia o por excesiva utilización: por ejemplo, la garganta en aquellos que utilizan mucho la voz, los nervios en las personas tensas, o las vías respiratorias en aquellos expuestos a contaminantes volátiles.

Como vemos, las llamadas “enfermedades” no son otra cosa que el resultado de las tentativas de imprescindible limpieza que encara el organismo, frente a la carga de agresión tóxica a la que se ve expuesto. Estas crisis depurativas pueden ser agudas o crónicas.

  •  Siempre se comienza con manifestaciones agudas, donde el trabajo de eliminación es brusco, violento y extenso.
  •  Si la causa de intoxicación no se remueve, entonces estos esfuerzos se hacen crónicos.


ENFERMEDAD AGUDA
Todo se inicia con las primeras señales de alarma. La persona -hasta entonces saludable- ve aparecer distintos trastornos leves que le señalan la pérdida de   la salud óptima. Falta de ánimo, indisposiciones pasajeras, tensión nerviosa anormal, dificultad para recuperarse tras un esfuerzo, problemas digestivos, cutis y cabellos opacados, erupciones… son todos signos de la degradación del terreno.

Si la persona está atenta y suprime las causas que provocaron la sobrecarga tóxica -excesos nutricionales, consumo de productos insanos, agotamiento excesivo, demasiado sedentarismo- los trastornos desaparecerán rápidamente.
Pero si el individuo no escucha las advertencias que lanza su cuerpo y persiste en sus errores, sin corregir nada, entonces el terreno continuará degradándose y obligará a que su fuerza vital se exprese desencadenando crisis depurativas más profundas. Estaremos entonces en presencia de las llamadas enfermedades agudas. El organismo moviliza todos sus esfuerzos para expulsar el exceso de desechos que agobia.
Por lo general son manifestaciones violentas y espectaculares; la fiebre que las acompaña indica la intensa actividad del cuerpo y todos los emuntorios están involucrados en la tarea. Es el caso de una gripe, un sarampión o una bronquitis. 

La gripe es un ejemplo de interacción de emuntorios: catarro en las vías respiratorias, descarga intestinal, sudoración profusa, orín cargado, etc. Son trastornos de corta duración, ya que la intensidad del esfuerzo depurativo basta para permitir un rápido retorno a la normalidad.
Es bien sabido que una afección gripal se resuelve magníficamente con apenas 48 horas de ayuno y reposo… y nada más. Al cabo de ese período, uno se siente pleno y liviano. Pero si el individuo, conforme con la desaparición de los síntomas, retorna a los hábitos equivocados que generaron la sobrecarga tóxica, la crisis volverá a producirse.
En este estadio, el error más grave 
Es lo que hacemos habitualmente con los antigripales o peor aún, con las vacunas contra la gripe: ¡¡¡vacunamos contra un proceso depurativo!!! En consecuencia, la represión artificial de una afección aguda nos dejará con menos capacidad defensiva y con el terreno más intoxicado; condiciones que nos llevarán al estadio sucesivo.

ENFERMEDAD CRÓNICA
Imitando los mecanismos de la naturaleza, es lógico estimular las crisis depurativas. Como decía Hipócrates: “todas las enfermedades se curan mediante alguna evacuación”. Los drenajes siempre impulsan la tendencia al equilibrio y resultan útiles en cualquier circunstancia, por grave que sea. Además, solo basta mirar qué hacen los animales.
Cuando un animal está enfermo, ayuna. De ese modo favorece la degradación de los desechos y facilita su evacuación. Perros y gatos recurren a las hierbas cuando sufren una intoxicación. Según las dosis, tienen un efecto eliminador en los pulmones (expectorante), en los riñones (diurético) o en los intestinos (laxante). Los elefantes se purgan con arcilla. Otros animales se revuelcan en barro arcilloso, improvisando purificadoras cataplasmas.
También el hombre ha hecho uso de estos recursos desde la más remota antigüedad. Las virtudes desintoxicantes de la sudación se usaba en los pueblos nórdicos europeos (sauna), en Medio Oriente (baños turcos) o en las tribus indígenas americanas (inipis, temascales). Las distintas religiones y filosofías siempre han prescripto períodos de purificación mediante prácticas de ayuno
En todo el mundo se han practicado las benéficas “curas de primavera”; por no hablar de las demonizadas técnicas de sangrado, las tiendas de sudación o la aplicación del barro.
En la enfermedad crónica, dado que el organismo tiene una sobrecarga tóxica importante y la fuerza vital disminuida, las crisis no podrán reestablecer el equilibrio de una sola vez, como ocurría en los trastornos agudos. Los esfuerzos depurativos se reiteran continuamente, pues nunca logran la desintoxicación necesaria del terreno.
Es por ello que el organismo necesita apoyo externo, pues su fuerza vital es incapaz de acabar con la toxemia.
ENFERMEDAD DEGENERATIVA
En este estadio, el organismo es incapaz de combatir la toxemia que lo agobia y en el esfuerzo por sobrevivir, debe acostumbrarse a funcionar en su presencia, tratando de hacerlo lo “menos mal” posible. El sistema defensivo pierde eficiencia e incluso comienza a agredir su propia estructura: es el caso de las enfermedades autoinmunes (artritis reumatoide) o de inmunidad aberrante (esclerosis múltiple, lupus, sida, etc), sobre las cuales poco se conoce y menos se hace por resolverlas.
Hoy día resulta normal observar a grandes sectores de la población con graves trastornos inmunológicos. Incluso los niños vienen al mundo con fuerzas inmunológicas tan disminuidas y tal sobrecarga de desechos (recordar los cientos de tóxicos presentes en el cordón umbilical), que no hay crisis depurativa que pueda revertir dicho estado. Por eso vemos niños de 3 y 4 años con cáncer y recibiendo tratamientos de quimioterapia.
Haciendo una analogía técnica, el sistema inmunológico funciona como una computadora con naturales limitaciones físicas.. La merma inmunológica afecta la salud y el bienestar en todos los ámbitos, incluso el emocional. Recientemente científicos argentinos concluyeron tras un estudio[1] que “debería imaginarse la depresión como una enfermedad de tipo casi autoinmune”.
En esta fase de la enfermedad, las células, en lugar de moverse en líquidos nutritivos y limpios, deben vivir en fluidos cloacales inmundos. El trabajo celular no es normal y los tejidos se desorganizan cada vez más, llegándose a la destrucción: esclerosis, cáncer, úlceras varicosas, etc. Las células ya no siguen el comando inteligente de la fuerza vital y el cuerpo pierde su capacidad de defenderse como un todo organizado ante agresiones externas.
En este contexto, resulta de tal magnitud el caos orgánico que se ha generado, que ningún remedio será capaz de poner orden. De allí las dificultades que encuentran los investigadores en la lucha contra las enfermedades graves. La terapia con atajos no funciona. Mientras hay tiempo, no queda más que desandar el camino equivocado, rectificando los errores y estimulando la inmunología, a fin de recuperar la fuerza vital y la limpieza del terreno. Es el único medio genuino que nos permitirá obtener una completa y total remisión.

ALIMENTACION SANA Y LIBRE DE TOXEMIA.

lunes, 14 de julio de 2014

ENFRENTANDO LA SOLEDAD






El miedo a la soledad está directamente relacionado con nuestro desarrollo emocional. Si emocionalmente vamos creciendo a la vez que cumplimos años, la soledad nos da bienestar y nos hace vivir de forma plena, pudiendo crear relaciones sanas, maduras y sin dependencias.
Cuando somos niños nos asusta la soledad porque nos sentimos indefensos.
Vamos creciendo y oyendo a los adultos repetir una y otra vez, que si nos portamos mal nos quedaremos solos. Esta es una de las malas informaciones que nos quedan grabadas. A medida que nos hacemos mayores, este miedo tiene que ir desapareciendo de forma paulatina, hasta que se va trasmutando en esa sensación de paz que nos dan los momentos de soledad.


Por eso es que cuando dejamos de ser niños, el miedo a la soledad no es normal y hay que prestar especial atención a este sentimiento porque si persiste es un bloqueo que nos limitará durante nuestra vida.

¿Por qué hay personas que nunca pueden estar solas?

Las personas que no pueden estar solas, o que buscan aturdirse para no escuchar su interior, son personas dependientes y con una gran carga de inseguridad.
 Para compensar este miedo a la soledad se rodean de gente que no siempre son de su total agrado pero se sienten compensados por esta compañía, aunque lo que logran es un sentimiento más profundo de soledad.
Estar acompañados es algo natural en nosotros, pero tenemos que aprender a sentirnos tranquilos en los períodos de soledad. Disfrutar de estos dos estados es producto de un muy buen equilibrio y un concepto claro de bienestar.
Alternar soledad y compañía es una pauta sana y necesaria que nos ayudará encontrar la dosis perfecta.


 Estar solos supone silencio, saber que es lo que nos gusta de verdad y hacerlo, podemos mirar hacia dentro nuestro y disfrutar de lo que oímos. Mantener un diálogo honesto y claro con nosotros mismos , y esto es algo que no todas las personas están preparadas para hacer.

Consejos para superar el miedo a la soledad

Estos bloqueos se pueden superar pero es mejor contar con ayuda terapéutica.
La meditación nos ayuda a centrarnos y a equilibrarnos.

  • cerrar los ojos, estar en silencio y pensar en algo agradable es una manera de meditar. 
  • Disfrutar de un paseo y observar el entorno en silencio.
 Si hacemos estas pequeñas cosas, una o dos veces por semana, transformaran el estar a solas con algo necesario y reconfortante.
 Dar el primer paso es la manera de iniciar un largo viaje.
Te propongo un ejercicio
Busca un lugar apartado (montaña, mar, habitación tranquila de la casa…), siéntate cómodamente, cierra los ojos, respira pausadamente y podrás oír el profundo sonido del silencio.

Escúchalo y déjate inundar por de ese potente vacío.
Sigue disfrutando de este estado durante un rato.
Si haces esto a menudo y le descubres su magia, cuando estés en medio de un lugar ruidoso sabrás escuchar el silencio que también ahí existe.
Podrás apartarte en medio del caos y entenderás a la soledad como una aliada y empezarás a cuidarla como a un tesoro.

¿Sabías que…?

  • Estar en silencio solo un rato, una vez al día durante unos minutos, hace que seas mas claro en tus decisiones.
  • Te da la capacidad de poder evaluar con equilibrio las situaciones cotidianas.
  • Te ayuda a ver en ti, capacidades que desconocías, entre otras muchas cosas.
  • ¿Sabes que si estuviésemos siempre acompañados, atento a conversaciones y pendientes de lo que sucede en el exterior, enloqueceríamos?.
  • Que es el silencio y esos momentos en que estamos a solas los que hacen que sigamos siendo efectivos, capaces y resolutivos.

sábado, 5 de julio de 2014

TRANSGENICOS PELIGROS Y EFECTOS

¿Qué es un alimento transgénico?

Un transgénico u Organismo Modificado Genéticamente (OMG) es un organismo al que se le han manipulando sus genes con el fin de proporcionarle una característica específica.

La manipulación genética consiste en aislar segmentos del ADN (el material genético) de un ser vivo (bacteria, vegetal, animal e incluso humano) para introducirlos en el de otro. Por ejemplo, el maíz transgénico que se cultiva en España lleva genes de bacterias, que son capaces de producir una sustancia insecticida.


¿Por qué dañan nuestro medio ambiente los

 alimentos transgénicos?


Especies transgénicas pueden reproducirse con especies salvajes creando nuevos especímenes,arriesgando la integridad de las especies naturales y nuestra alimentación.
 Los herbicidas de amplio espectro que se usan para proteger los cultivos transgénicos matan indiscriminadamente todas las plantas, dejando intactas sólo las cosechas transgénicas (como ejemplo el Glifosato usado sobre cultivos de soja transgénica Roundup Readycreada por la empresa norteamericana Monsanto).
Sus efectos no quedan confinados a los campos de cosechas, su aplicación en forma de pulverización puede transportarlos hasta vegetaciones salvajes colindantes, especialmente cuando se emplean aviones de fumigación aérea o pueden ser transportados por la lluvia hacia los ríos diezmando peces y organismos acuáticos.
Esta destrucción innecesaria puede producir una alarmante disminución de la diversidad de la flora salvaje con consecuencias dañinas para insectos, aves y mamíferos que dependen de las plantas afectadas.
Donde crece soja transgénica se incrementa el uso de herbicidas y las cantidades totales aplicadas. Se espera un aumento del uso de herbicidas al desarrollar las malas hierbas una tolerancia al Roundup, tal como ha ocurrido en Argentina y EE.UU.
El cultivo de soja ha causado ya la deforestación de 21 millones de hectáreas de bosques en Brasil, 14 millones de hectáreas en Argentina y sigue en aumento1.

Los alimentos transgénicos están en los

   alimentos que

 compramos. ¿Qué hacer para evitarlos?



El maíz, la soja transgénica y sus derivados están presentes en más del 60% de los alimentos procesados como chocolates, papas fritas, margarina y platos preparados.
Además, llegan a nosotros indirectamente, ya que la soja transgénica es convertida en piensos para alimentar al ganado.
Ingredientes y aditivos de tener un origen sospechoso son :
● Soja: harina, proteína, aceites y grasas (a menudo se ‘esconden’ detrás de la denominación aceites/grasas vegetales), emulgentes (lecitina–E322), mono y diglicéridos de ácidos grasos (E471), ácidos grasos.
● Maíz: harina, almidón, aceite, sémola, glucosa, jarabe de glucosa, fructosa, dextrosa, maltodextrina, isomaltosa, sorbitol (E420), caramelo (E150), grits.
Evita comprar las marcas que los utilizan.podeis consultar la .guia roja y verde de alimentos trasgenicos green peace La guía se ha hecho en base a los alimentos que se comercializan en España, pero también aparecen marcas multinacionales. Mira las etiquetas, en Europa es obligatorio etiquetarlos, pero no en todos los países, por ejemplo EEUU.

Principales efectos sobre la salud


Hasta el momento se ha constatado los siguientes efectos sobre la salud:
1. Aparición de nuevas alergias por introducción de nuevas proteínas en los alimentos. En EEUU, en el conocido caso del Maíz Starlink (2000) se encontraron en la cadena alimentaria trazas de un maíz transgénico no autorizado para consumo humano que provocó graves problemas de reacciones alérgicas.
2. Aparición de resistencias a antibióticos en bacterias patógenas para el hombre (en algunos OMG se utilizan genes antibióticos como marcadores). Es decir, algunos transgénicos pueden transferir a las bacterias la resistencia a determinados antibióticos que se utilizan para luchar contra enfermedades tanto humanas como animales (por ejemplo, a la amoxicilina). La Asociación de Médicos Británica ha recomendado prohibir el uso de estos genes marcadores.
3. Aparición de nuevos tóxicos en los alimentos .
4. Incremento de la contaminación en los alimentos por un mayor uso de productos químicos en la agricultura.
5. Disminución en la capacidad de fertilidad. Según un estudio hecho público por el gobierno austriaco, la fertilidad de los ratones alimentados con maíz modificado genéticamente se vio seriamente dañada, con una descendencia menor que los ratones alimentados con maíz convencional.
En el año 2001, se promulgó en Europa la directiva de ‘Liberación intencional en el medio ambiente de organismos modificados genéticamente’ y en la mayoría de los países europeos estos productos estaban ya prohibidos. Entre ellos, Alemania, Francia, Grecia, Italia, Polonia, Luxemburgo, Bulgaria, Suiza, Austria, Irlanda y Hungría optaron por ser “zonas libres de transgénicos”. Sólo un 1% de todo el maíz cultivado en Europa es transgénico.
Sin embargo, la información publicada por Investigative Reporting Denmark indica que Monsanto aplicará una excepción a la retirada de sus OMGs de Europa: aquellos países en los que cuente con apoyo de los agricultores o con respaldo político.
 Si tenemos en cuenta este último punto, tres son los mercados en los que la multinacional mantendrá y expandirá su actividadRepública Checa, Portugal y España. De hecho, España centra actualmente el 90% de la producción de maíz transgénico en Europa. 
A pesar de los recelos de agricultores y consumidores, el respaldo concedido a estos cultivos desde estamentos políticos y los intereses económicos han propiciado su expansión.